Los resultados esperados son una constante en el mundo de los negocios y en la productización no es una excepción. Es sumamente importante que las metas que te pongas sean resultados medibles para saber si se logró el objetivo de manera óptima.
Sirven para que te des cuenta del progreso, dónde tuviste éxito y dónde puedes mejorar; también para saber si todo lo que te planteaste durante el progreso de este programa fue realista o no. También te ayudan a seguir motivado a seguir empujando hasta llegar a dónde te lo planteaste.
No hay mayor satisfacción que ver que superaste todos los objetivos que pusiste antes de transformar tu servicio a un producto; así que imagina bien hasta donde quieres llegar y empieza por tener esos objetivos en mente.