La construcción del producto tiene que ir enfocada a la resolución del problema, así que tienes que estar seguro de que lo hará mejor que cualquier otro producto en el mercado. A nadie le interesa realmente lo que tú puedes hacer, sino lo que puedes hacer por ellos; así que déjalo muy claro.
Aunque muchas veces el hilo negro de algún producto te puede ayudar a desarrollar el tuyo, es importante que no pierdas de vista que lo que quieren los consumidores son resultados. Estos resultados a la solución del problema pueden venir en muchas maneras distintas, es indispensable que te asegures que lo estás resolviendo de una manera muy visible.
Colabora con los clientes que te valoran y pide siempre su feedback, una buena reseña vale oro; sobre todo si es honesta, real y tangible. Si en algún momento llegas a cometer un error y tu producto no soluciona el problema como lo prometiste, corrige tu error inmediatamente y ayuda a ese cliente a que llegue al resultado deseado.