De los ocho puntos planteados en las diapositivas, ¿cuál destaca como el que más tengo que trabajar con mi hijo o hija?
¡Haz la prueba!
Háblale de esta forma al menos en una ocasión esta semana y anota lo que sientes, lo que observas de él o ella.
Anota tus experiencias.
Fíjate en lo que funciona y lo que no.
¿Puedes reconocer de qué manera tu hija o hijo está adquiriendo su propia identidad?
A veces esto es tan sutil, y estamos tan inmersos en nuestros pendientes, que se nos escapan los momentos de oro.
Observa con la máxima atención posible.
¡Es una práctica!