La respuesta compasiva

Por Kim John Payne


Esta es una meditación.

Tiene tres partes:

Imaginación

del niño, en sus fortalezas y desafíos

Inspiración

tratamos de hacer algo que nos permita recibirla

Intuición

de qué podemos hacer cuando de verdad queremos encontrar nuevas maneras de relacionarnos con el niño

A veces es muy difícil tratar con los niños

Reaccionamos de maneras que no quisiéramos...

De maneras que vienen de patrones biográficos antiguos! la voz de nuestros padres, quizás... diciendo lo mismo que ellos quizás.


Esta meditación está diseñada para encontrar nuestra propia voz con nuestros niños

No lo que dice algún libro.


IMAGINACION

Imaginarlo en un momento de oro, su higher being en modo 4-fold

1) Cuerpo físico.- la neutralidad de su cuerpo físico (tipo "estudio del niño")

2) Cuerpo etérico.- su vitalidad, fuerzas vitales: su postura cuando están haciendo algo que les encanta

3) Vida anímica.- su vida interior. El clima emocional. ¿Cómo es su humor, su estado de ánimo?

4) La capa del YO SOY.- cómo son sus relaciones, en términos de qué tan apropiadas... ¿está centrado o centrada? ¿Está a tono con el grupo, con la familia? ¿Sabe en dónde está, lo que está haciendo?


De esta manera creamos este hermoso ser superior del niño

Luego, empieza a ver una imagen de las cosas con las que el niño batalla: la sombra o el doble...

Crea una imagen del niño haciendo algo y completamente metido en algo en lo que están de verdad en su peor momento, algo difícil, que no les gusta, o bien una imagen más general del niño cuando no esté para nada en su mejor momento.


Otra vez, esto mismo, en los 4 ámbitos:

1) physical.- su gesto, su postura

2) etheric.- ¿muy cargado? ¿baja energía? ¿bloqueado?

3) alma.- ¿el clima emocional; está cerrado? ¿está furioso?

4) the ego.- ¿está centrado?


toma toda la imagen de la lucha del niño(a)

Toma estas dos imágenes y permíteles estar una junto a la otra en tu mente

Velas alternativamente; es la totalidad de tu hijo o hija

Frecuentemente nos quedamos atrapados en una sola de estas imágenes

Mira las dos, pasa de una a la otra.

"Aquí hay dos polaridades del ser de mi hijo; aquí lo estoy viendo completo"



INSPIRACIÓN

Esto se trata de ejercitar el músculo del corazón por tu hijo

Tiene que ver con transformar las antipatías fuertes y transformar la simpatía excesiva también, que nos puede quitar objetividad; no queremos solapar algún comportamiento difícil.

Es muy fuerte, muy poderoso

SEGUNDA PARTE:

Aquí observamos primero el arquetipo (la parte luminosa) y después el doble del niño (la parte no tan luminosa) y trabajamos con ellos de una manera especial


Nos sentaremos a contemplar silenciosamente estas dos imágenes del niño y estaremos liberando hacia el mundo la imagen del ser arquetípico; esto puede ser al exhalar. o simplemente liberándolo cuatro o cinco veces


Luego vamos a atraer hacia nosotros la imagen del doble del niño

algunas veces lo puedes unir a tu respiración pero no necesariamente

Tan sólo se trata de acercar a nosotros las dificultades del niño y luego liberarlo en su momento de oro


Al igual que cuando tienen fiebre los acercamos a nosotros estamos acercándolos cuando tienen fiebre anímica, en lugar de alejarlos de nosotros.


Observamos como cuando aparecen dificultades surgen las típicas 3 palabras

Siempre

Nunca


frecuentemente mantenemos a los niños lejos porque nos molesta su actitud


Lo que hace este ejercicio cuando llegan esos momentos es ayudarnos a desarrollar el músculo de la compasión.

No es fácil pero lo vamos a practicar

vamos a inhalar o bien acercar a nosotros el niño en problemas

y luego vamos a liberar o bien a exhalar la imagen de oro: el arquetipo del niño.

Se puede hacer por 3 a 4 minutos o más si así lo preferimos.



Cuando tal vez te llegues a encontrar con tu propio sentido de frustración o enojo quizás sientas gran ira hacia el niño que continuamente molesta en clase o que molesta a sus hermanos.

El consejo es no ignorarlo, sino trabajar con esa emoción, con ese sentimiento


Es bueno mantenerse enfocado en el niño al menos por tres a cuatro semanas haciendo este ejercicio

Después de que hayas fortalecido el músculo del corazón de la compasión, regresa a tus propios sentimientos: la frustración o el enojo etcétera. Déjalo fluir dentro y permite que salga de ti una sensación de estar centrado, de estar fluyendo o bien un sentimiento de paciencia, generosidad o positividad.


Y así vuelve a repetir el ciclo otra vez, abrazando tu propio sentido de frustración y dejando salir tu sentimiento de estar centrado, hasta que llegues a ese momento en que sientas que esa pequeña arruga en tus emociones se ha suavizado.


Y ahora vuelve a enfocarte en el niño. No tienes que apresurarte

Dedica 3 a 4 semanas sólo para el niño y después dirígete a tus emociones.


INTUICIÓN

y ahora la parte final

esto tiene que ver con la intuición

y la razón por la que usamos esa palabra es porque cuando has hecho este ejercicio docenas o centenares de veces dentro de ti algo ha cambiado

estás haciendo espacio para una relación de una cierta clase especial


Digamos que tus hijos están empezando a pelearse...

Escuchas ruido arriba y dices:

"¿Niños qué están haciendo?

Jonathan, ¿por qué siempre tienes que hacer lo mismo? Steven, ¡ya deja de llorar!"


Todos los padres y maestros conocemos este sentimiento, esta voz, qué lleva una especie de suspiro y que dice: Ay, no... ahí vamos de nuevo...


Lo que se sugiere en esta meditación es que todo cambia cuando has practicado lo suficiente y puedes subir las escaleras y ser capaz de acercar el problema del niño a tu corazón y liberarlo en este momento de uno o dos segundos. Y así al llegar a su cuarto estarás en un estado muy diferente.

Cuando hemos logrado acercarnos al problema y liberar la belleza que sabemos que está allí, la energía en el cuarto cambia.

Los niños pueden parar y voltear a vernos haciendo una pausa.


Y aquí sigue la intuición porque en ese momento ya no estamos atados por las simpatías y las antipatías que normalmente gobiernan nuestras reacciones y quizás podamos decir algo diferente o quizás hasta brillante, sin que nos ciegue la simpatía por uno de los hijos o porque estemos repitiendo lo que sucedió en nuestra propia biografía. Es inevitable que nuestra propia biografía se mezcle con la de nuestros hijos, pero lo que estamos haciendo es liberarnos para ser auténticos y estar presentes con nuestros niños


Y eso ocurre porque hemos dado un paso atrás y hemos practicado lo que haremos en ese momento difícil.

Como si estuviéramos practicando para lanzar una canasta en un torneo intenso de básquetbol y cuando llega el momento toda esta práctica nos lleva a lanzar el tiro perfecto


Es como el soneto de Shakespeare (de Romeo y Julieta):


Mi abundancia es tan vasta como el mar

Mi amor así de profundo

Mientras más te doy más tengo para dar

Pues ambos son infinitos


My bounty is as boundless as the sea

My love as deep

The more I give to thee, the more I have,

For both are infinite


De la misma manera, es infinita nuestra habilidad para recibir los problemas de nuestros hijos en este enorme océano de compasión... mucho más grande de lo que lo imaginamos


Mi amor es profundo... Mientras más te doy...



Por eso es que este ejercicio rompe el ciclo de simpatía y antipatía.

Es algo que crece por sí solo

Nos ayuda a tocar esa profundidad de nuestro amor por nuestro hijo


Mientras más te doy más tengo para dar... pues ambos son infinitos


Permite que esta imagen de amor fluya hacia afuera como una forma de profundizar nuestro amor y compasión por nuestro hijo


Es entonces cuando nuestra intuición está libre para encontrar esa voz dentro de nosotros libre de nuestra propia biografía y ojalá también de nuestras frustraciones.


Este es el objetivo de esta meditación: que seas capaz en el momento justo de discernir lo que hay que hacer de una manera que les ayude a tus hijos


Además este ejercicio modela para nuestros hijos una forma de manejar el conflicto


No hace falta escalar los conflictos.


Si nos sentamos a trabajar con ellos; no les damos la espalda, no juzgamos, sino que directamente trabajamos con el problema, haciendo a un lado cuestiones personales y siendo objetivos y serenos...


Los niños deben aprender a manejar el conflicto para descubrir quiénes son. Se trata de una especie de iniciación moderna, a través de El Encuentro Humano Dinámico


Porque de esta manera el niño encuentra su voz en los tiempos contemporáneos.

Es también como ayudarlos a descubrir el sentido de por qué han venido.


¿Cómo lo logramos?

Esta es una manera muy efectiva y poderosa