El principal problema de los seres humanos es que nos olvidamos de quiénes somos y cuál es nuestra naturaleza, porque todos estamos hechos de una naturaleza divina.
Lo hemos olvidado porque en el proceso de la creación, la consciencia se contrae y esa contracción la experimentamos como una sensación de limitación, de no soy suficiente, estoy incompleto, y estas limitaciones son la causa de nuestro sufrimiento real.
Este gran problema se manifiesta en la vida cotidiana como un estado de sobrevivencia y zona de confort. Es por eso que una persona que vive más allá de las limitaciones simplemente vive en el presente con plenitud total.