Al explorar las cualidades de un líder nos topamos con una cualidad importante: la autenticidad.


En este artículo me llama la atención el siguiente cuestionamiento:


¿Por qué necesitamos desesperadamente personas reales en este momento?

Porque ahora somos más conscientes de lo que es estar consciente.


Totalmente de acuerdo.


El ser auténtico implica una conexión real y verdadera con nosotros mismos y lo que verdaderamente somos. No a un nivel de creencia o teoría, sino a un nivel de experiencia interior.


La autora comparte una cita de John C. Maxwell: Un líder es aquel que conoce el camino, muestra el camino y sigue el camino. El liderazgo es influencia, nada más, nada menos.


Cada persona tiene el potencial para ser un líder porque todos impactamos a otras personas. Pero, ¿Lo hacemos sabiamente? ¿Lo hacemos en armonía con lo que realmente somos?

Lo más interesante de este artículo es que nos comparte algunas preguntas para una verdadera reflexión y que de paso nos invita a mirarnos en un espejo de cuerpo entero. Porque sin mirarnos realmente en el espejo ¿Cómo es posible ser verdaderamente auténticos?


Estas son las preguntas que pone sobre la mesa:


  1. ¿Me siento cómodo cuando voy a encontrarme presencialmente con alguien que originalmente me conoció en línea?
  2. ¿Piensa mi equipo que soy siempre la misma persona para ellos?
  3. ¿Tengo valores similares en mi vida privada y profesional?
  4. ¿Hablo de cosas de las que no tengo idea solo porque son tendencias en este momento?
  5. ¿Estoy construyendo un entorno en el que todos puedan tener su propia forma de pensar?
  6. Cuando pienso en la persona más auténtica que conozco, ¿cuáles son las diferencias entre nosotros?


De esta manera, el artículo nos deja una tarea para todos los líderes tanto en el ámbito personal como en el ámbito público, pues en realidad no hay más que uno solo.


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