Observa esta semana si existe una posible fiebre anímica en tus hijos; y si no es una fiebre continua, quizás puedas identificar momentos o situaciones pasajeras que la generan. Esto te servirá de punto de partida para diseñar tu plan de cambio.
En el momento de la siesta, observo que la transición hacia esta actividad es lo que mas le cuesta a mi grupo