Los Sentidos: El Ambiente


Al hablar de los sentidos, necesitamos forzosamente referirnos al ambiente. El ambiente físico y anímico tienen una enorme influencia sobre el desarrollo presente y futuro de un bebé. Al estar completamente abierto, sin filtros, ella o él recibe todas las impresiones que le rodean y las internaliza de inmediato. De hecho, las impresiones del mundo van quedando impresas en su sistema. Así va formando su puente y su relación con el mundo. Nuestra tarea en esta etapa es principalmente de protección.


Todo lo que viene del exterior deja su huella en las fuerzas vitales, de manera que tiene un efecto en la construcción del organismo. — Dr. Norbert Glas

En las palabras de Rudolf Steiner, fundador de la Pedagogía Waldorf:

“Los primeros dos años y medio son los más importantes de todos… Durante este tiempo el niño tiene el don de ser instintivamente consciente de todo lo que pasa a su alrededor, especialmente en lo que se refiere a las personas que están en contacto diario con él… todo lo que tiene lugar en su entorno deja huellas en su forma corporal, física… De manera que nuestro comportamiento influye en su disposición a la salud o la enfermedad para el resto de su vida.”


En la pedagogía Waldorf contemplamos más allá de los 5 sentidos tradicionales. Consideramos los sentidos como todas las formas de percepción o interacción que podemos tener con el mundo. Muchos de estos se agrupan dentro de uno solo de los sentidos tradicionales, digamos, como el sentido del oído y el del equilibrio, que se pueden contemplar como uno solo o por separado.


Visto así, consideramos que existen 12 áreas o sentidos qué cultivar, siendo los cuatro primeros los sentidos fundamentales en la infancia.

Estos cuatro sentidos básicos son: el sentido del tacto, el sentido de la vida, el sentido del movimiento y el sentido del equilibrio.


Sentido del tacto


Más allá de su función bien conocida de ser un sentido para conocer texturas, contacto, presión, temperatura, etc., El Sentido del Tacto nos da nuestra primera sensación de identidad; una sensación de “aquí estoy Yo; aquí está mi piel, el límite entre el mundo y yo; aquí dentro estoy Yo”.

Es importante que el niño “sienta” ese límite claramente. ¡Con razón las abuelitas acostumbraban envolver a los bebés como “tacos”! Esto realmente le da al niño una sensación de mayor tranquilidad y les ayuda (un poco) a dormir mejor. ¿Recuerdas a tu tía decir que “hay que amarrarle las manos al bebé para que no se espante”? Bueno, pues con envolver al bebé suavemente podemos lograr ese efecto.


Adicionalmente, hay que ser conscientes de eliminar de su ropa las etiquetas, costuras burdas, botones y adornos exagerados que les puedan molestar.

Selecciona materiales naturales para todo aquello que esté en contacto con su piel: algodón, lino, seda, lana. Trata de evitar en lo posible fibra y tejidos artificiales, así como los plásticos en su ropa, juguetes, cuna, etc.


Sentido de la vida


El sentido de la vida se puede definir como el “sentido del propio bienestar”. Un niño pequeño no puede determinar si tiene frío o calor, hambre o sueño. Esto lo aprenderá poco a poco, incluso quizás más allá de los 4 o 5 años. Es nuestra tarea actuar como su sentido de la vida, y así estaremos despertándolo. Esto implica cambiarlo cuando se moja o cuando se ensucia el pañal, protegerlo de los cambios de temperatura, buscar que esté cómodo, cuidar sus ritmos de sueño y comida. Esto significa también darle de comer y dejarlo dormir a placer en esta primera etapa; cuando ya sea mayor le ayudaremos suavemente a adoptar un horario.


Procura cubrir la cabeza y los pies de tu bebé. Si vives en un clima frío, las razones son obvias… bueno, no tan obvias! Viviendo yo en un lugar donde nevaba mucho, llegué a ver en invierno bebés sin siquiera calcetines en el súper! Esto, claro, porque los padres piensan que los están fortaleciendo para soportar estos climas. Qué desesperación no poder explicarles que todo el preciado calor que el bebé necesita para su acelerado metabolismo escapa directamente a través de la cabeza y los pies. De la misma manera, en un clima cálido, no dejes que tu bebé padezca cambios de temperatura bruscos, como sucede con el clima artificial y andar descalzos sobre pisos fríos. Protege siempre su cabeza y su piel de los intensos rayos del sol con una gorrita ligera. Gorro en el frío, gorra en el calor.


Sentido del movimiento


El sentido del Movimiento nos ayuda a orientarnos en el espacio. El niño pequeño necesitará total libertad de movimiento en sus horas despierto.

Aunque parezca que no se mueven, los pequeños están a punto de iniciar el periodo de mayor movimiento en su vida.


Siempre debemos recordar que la posición natural para un recién nacido es la horizontal. Los padres deben procurar siempre llevar a su bebé horizontalmente hasta que ella o él pueda sentarse. Cuando esté despierta tu bebé, y no esté comiendo, déjala libre, recostada sobre su espalda. Esto le permitirá moverse, estirarse, y no estar necesariamente en brazos todo el tiempo. Puedes aprovechar estos momentos para observar hitos de su desarrollo, pero no la dejes sola, sobre todo en una superficie elevada.


Según esté el clima, puedes quitarle toda la ropa y dejarla con su pañal. Puedes quitárselo a la hora de tomar su baño diario de sol. Esto es muy importante, ya que los rayos del sol ayudan al metabolismo de la vitamina D, la cual favorece la fijación del calcio para el desarrollo saludable de los huesos. El baño de sol puede hacerse de preferencia al aire libre, pero si no es posible, entonces puede recibir el sol a través de una ventana. Es importante que no le dé el sol directamente sobre la cara, y que no sea por demasiado tiempo. Empieza por 2 a 3 minutos, por delante y por detrás, y puedes ir aumentando hasta 15 minutos por lado, cuando ya sea mayor. El mejor horario es cuando el sol no esté en su máxima intensidad, o sea, entre 9:00 y 10:00 am, o bien por la tarde después de las 4:00 o 5:00 pm. Asegúrate que no reciba rayos de sol intensos y directos, ni que se enfríe con corrientes de aire.


Recomendación importante:

No hay nada que me pueda doler tanto como ver a un bebé chiquitito colgado de una cangurera en el super a las 8 de la noche, y además, descalzo. Yo entiendo: los padres de hoy en día tienen que trabajar, no tienen ayuda en casa, no pueden salir sin el bebé. Sin embargo, ojalá pudiéramos comprender todo lo que está pasando este pequeño ser, y encontráramos alguna alternativa.


La cabeza del bebé es muy pesada y en esta etapa tu bebé aún no tiene la fuerza en su cuello para sostenerla. Procura no colocar a tu bebé en una posición vertical sin soporte para su cabeza, que además de pesada es aproximadamente una cuarta parte del tamaño de su cuerpo. Aunque digan tener el soporte adecuado, no lo lleves en esos transportadores de bebé tipo “canguro” sino hasta que pueda sostener la cabeza, como a los 3 o 4 meses. Si has de salir, es preferible cargar a tu bebé horizontalmente o si es vertical, bien apoyada su cabeza en tu hombro.


Cuando nace un bebé, su cuerpo parece ser muy moldeable… y lo es!


Solo debemos recordar que está apenas despertando a la vida, literalmente.


El orden en que esto sucede es de arriba para abajo: el bebé domina primero la cabeza; en la cabeza, lo primero que domina es el movimiento de sus ojos. De ahí en adelante empieza a fortalecer su cuello, sus brazos, su tórax, sus piernas… De forma lenta pero segura. Aquí la palabra clave es lenta; hay que darle su debido tiempo. Confía en el orden magnífico de la naturaleza; no necesitamos apresurar ni ralentizar nada.



“El bebé recién nacido… está entre el

cielo y la tierra, no del todo aquí todavía.

Confía en que se va a desarrollar a

su debido tiempo, ritmo y forma”.

— Magda Gerber




Reflejos o movimientos involuntarios


Los bebés sanos presentan una serie de reflejos, tales como el reflejo de Moro o de sobresalto, el reflejo de succión, el reflejo de prensión, etc. Estos irán declinando conforme avance su desarrollo neurológico y motor, pero es importante que los presente al nacer. Tu pediatra o neonatólogo se encargará de revisarlos.


No será necesario tener andaderas, o aparatos para enseñarle a caminar o para entretenerlo saltando.

Recuerda que al nacer es de vital importancia proteger su cabeza, nunca lo tengas en posición vertical, pues sus vértebras cervicales (de su cuello) no son aún lo suficientemente fuertes para soportar el peso de su cabeza. Procura siempre darle apoyo a su cabeza o bien, cargarlo de manera horizontal. Cuando notes que al estar despierta boca abajo un día ya levanta su cabeza por sí misma, tu bebé está lista para ver el mundo desde la vertical! Una cangurera suave, que le proteja su cabeza y te ayude a cargarla frente a ti, será una buena inversión. Sin embargo, ya mayores, esos carritos para llevarlos en el centro comercial o las andaderas para que aprendan a caminar, lo único que hacen es obstaculizar el desarrollo de sus capacidades físicas y de su voluntad.


Sentido del equilibrio


El sentido del Equilibrio va de la mano, del sentido del movimiento. Actualmente, se les ha integrado y con ello ha surgido un nuevo sentido: el sentido de la Propiocepción, el cual está definido, según Wikipedia, como: “…el sentido que informa al organismo de la posición de los músculos, es la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales contiguas.

La propiocepción regula la dirección y rango de movimiento, permite reacciones y respuestas automáticas, interviene en el desarrollo del esquema corporal y en la relación de este con el espacio, sustentando la acción motora planificada. Otras funciones en las que actúa con más autonomía son el control del equilibrio, la coordinación de ambos lados del cuerpo, el mantenimiento del nivel de alerta del sistema nervioso y la influencia en el desarrollo emocional y del comportamiento.”


Una de las mejores maneras de estimular este sentido es con el movimiento rítmico, con el movimiento que modifica o incluso invierte nuestra posición. Por lo tanto, el mecer a la bebé en nuestros brazos o en su cuna, son excelentes maneras de apoyar a este sentido desde el nacimiento.


Pasemos a revisar el resto de los sentidos tradicionales: la vista, el oído, el olfato y el gusto.


Sentido de la vista


Rodea a tu bebé de colores suaves, cálidos, y con poca variedad. La intensidad de la luz es también muy importante. Los tonos durazno, rosa pálido, mamey, son los más indicados para esta edad, sin importar si se trata de un niño o niña... Estos tonos le darán una sensación de paz y relajación a su sentido de la vista. Sin embargo, cualquier color que elijas para su recámara está bien, siempre y cuando puedas crear un ambiente cálido y tranquilo. De cualquier forma, trata de evitar los colores demasiado intensos y una sobrecarga de diseños, caricaturas, letras, números, etc... Contrariamente a lo que se pensaba, una gran variedad de formas y colores no los estimula, sino que los agobia innecesariamente. Dicho esto, imagínate lo que es la intensidad de las luces en el supermercado para un bebé…


Tu bebé no necesita que lo bombardeemos con estimulación externa; ya tiene suficiente con procesar todo lo que le rodea en su mundo. De hecho, los móviles y juguetes, sobre todo esos de plástico y de colores intensos, son demasiado estímulo para unos sentidos frescos y un sistema nervioso que no tienen filtros aún. Así como recomendamos proteger el ambiente de ruidos, colores y aromas intensos, también te recomendamos que no tenga juguetes ni peluches en su cuna, ni colgados encima, pues lejos de entretenerlo, pueden ser causa de un accidente. Tampoco necesitan ejercicios de ningún tipo, como el seguimiento ocular (mostrarles un objeto frente a sus ojos y moverlos de lado a lado), ni colocarlos sobre pelotas, moverles las piernas, ponerlos sobre una pelota, etc. Son MUY PEQUEÑITOS, y en muchos lugares te dirán que es la hora de estimularlos. No hagas caso: los bebés deben crecer y desarrollarse de forma natural, no con aditamentos artificiales externos.


Sentido del oído

Los sonidos serán también vitales para el niño. Podemos cerrar los ojos y bloquear lo que tenemos enfrente; no así con el oído. Tu bebé está estrenando tímpanos, y el sonido estridente del super, los centros comerciales (aunque sean al aire libre), del tráfico intenso, el radio, etc., les afecta en estos delicados primeros días en el planeta.


Te estoy hablando de tan solo 40 días: podemos hacer esto.


A veces pensamos que porque la música es alegre o divertida para el adulto, lo debe ser también para el niño. Sin embargo, para el niño muy pequeño, es importante no rodearlo de experiencias sensoriales intensas. No se puede comparar el sonido de la voz humana con el sonido de la música grabada, por más que sea música clásica con las bocinas de la mejor calidad. La belleza y el arte de las experiencias que le ofrecemos en este momento estarán apoyando a las fuerzas formativas que están activas en su organismo.


Por ahora, lo mejor es tu propia, voz, hablando, cantando canciones de cuna eso sí, sin necesidad de utilizar lenguaje “de bebé” o balbuceos. En este periodo, menos es más. Los materiales más simples serán lo que proteja el delicado tejer de estas maravillosas fuerzas vitales que laboran intensamente en tu bebé.


Sentido del olfato


Cuida mucho de no utilizar productos para bebés con aromas ni perfumes, ni siquiera de esos químicos que se dicen “naturales”.


Todos esos productos que “huelen a bebé” no son más que aditivos artificiales para comercializarlos mejor. Procura usar un jabón neutro, suave, para lavar toda su ropa, y de ser posible, no utilices suavizantes de telas (que además huelen fuertísimo). Asimismo, recuerda que en estos primeros días, queremos que tu bebé reconozca a sus padres tal como son. Si ustedes utilizan cremas, lociones, desodorantes, perfumes y demás productos de cuidado personal con aromas fuertes, estaremos dando una sobrecarga de trabajo al hígado, sin mencionar que tu bebé no aprenderá a reconocer “el olor de hogar”: mis papás. Claro que será muy lindo utilizar aceites esenciales suaves del tipo de la lavanda para el ambiente, para masajes o bien para el agua de su baño. Pero estos son aromas de la naturaleza, y aún así, no debemos exagerar, sobre todo en esta primera etapa.


Nunca estaremos exagerando a la hora de pedirle a los padres que todos los productos que usen para cuidado de su bebé sean libres de tóxicos. Por lo que más quieran, protéjanlos. El cuerpo del bebé es mucho más pequeño, su hígado tendrá mucho más trabajo que el nuestro para procesar una misma cantidad de toxinas. El mundo de hoy en día es mucho más tóxico que cuando ustedes o nosotros éramos bebés.


Sentido del gusto


El sentido del gusto va muy unido al sentido del olfato. La leche materna contiene elementos (azúcares específicos) que despiertan el sentido del gusto del bebé, para que quiera comer. Estos elementos además tienen un papel fundamental en el desarrollo del cerebro.


En el siguiente apartado vamos a hablar más a fondo sobre la alimentación.


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Por todo lo arriba referido, recomendamos un ambiente lo más tranquilo posible. La palabra clave es: simplificar.

Recuerda que todos los sentidos del bebé son “nuevos”. Está ajustándose a las condiciones de la tierra, están percibiendo y procesando con todo su ser, continuamente. Los sonidos, los colores, el movimiento de los objetos… los aromas, la temperatura... Pero también el ambiente anímico será percibido por tu bebé. Seamos muy conscientes e intencionales para ofrecerle un ambiente donde estas percepciones sean lo más amables y agradables posible, sobre todo en este primer periodo de vida.


Por supuesto, menos pantallas, menos noticias a su alrededor… mamá también está en un trance importantísimo, y debe cuidar su energía, su atención, su estado interior. Su trabajo ahora es diferente a lo que cotidianamente hará en toda su vida. Mamá, reduce tu consumo digital lo más que puedas.

Idealmente, los padres estarán creando un campamento base, donde se atenderán todas las necesidades de la nueva familia con la menor obstrucción del mundo externo posible.

Tips para preparar el ambiente en casa


  1. Colores suaves en paredes, ropa, todo lo que le rodea. Las paredes y cortinas pueden ser tendientes al salmón, rosa claro; la ropa de colores suaves, evitando los más oscuros.
  2. Pocas cosas, pocos distractores ( contrario a la idea de estimularlo con móviles, etc)
  3. A esta edad, no necesita juguetes ni otros estímulos
  4. Temperatura cálida, sobre todo para amamantar, baño, etc.
  5. Materiales naturales en todo lo que sea posible; ropa de algodón, lana, seda; muebles de madera, telas naturales. Evitar en lo posible los plásticos, poliéster, etc.
  6. No necesita tampoco música de fondo ni ruido blanco, sobre todo en los primeros días.
  7. Evita los perfumes, las fragancias, los olores ambientales no naturales.
  8. La limpieza es de lo más importante. Será crucial que los limpiadores sean de origen natural, evitando absolutamente los químicos tóxicos en los detergentes, productos de limpieza y de cuidado personal (shampoo, jabón, loción, crema, etc.). Su cuerpo es mucho más pequeño y no tiene la misma capacidad que nosotros de procesar y filtrar tóxicos. Recuerda que los metales pesados pueden quedarse en el cuerpo para siempre y de por si al vivir en una gran ciudad, nadie se salva de mantenerse a salvo… ayúdale con este rubro.
  9. Pañales: no siempre es posible, pero quizás se puedan conseguir pañales ecológicos. Tampoco te flageles si tienes que utilizar pañales convencionales.


Simplifica tu ambiente


Ahora que ha llegado a tu hogar un nuevo ser, aún siendo tan pequeñito, su presencia permea todo el espacio. Y no solo por su ser, sino también por la cantidad de nuevas cosas que se necesitan.


Simplificar y ordenar, organizar, van de la mano. Encuentra la manera de organizarte con un sistema para tener a la mano todo lo que necesitas, en el lugar que lo necesitas, a la hora que lo necesitas. Es difícil crear todo un departamento nuevo para las necesidades del bebé, pero por eso te sugiero que tengas todo a la mano en canastas que puedas acercarte fácilmente: lo necesario para el baño, para el cambio de pañal, para amamantar (no olvides tomar tu agua tibia mientras amamantas!)… y cuando salgas al pediatra (ojalá no tengas que hacerlo mucho) recuerda tener listo en tu bolsa: pañales, toallitas húmedas, un cambio de ropa, mantita, agua para ti.


Para cambiar pañales:

  1. Pañales
  2. Toallitas húmedas o lo que utilices tú
  3. Cremita para rozaduras
  4. Ropa


Para el baño:

  1. Tina o bañera para bebé
  2. Shampoo, jabones
  3. Toallita o esponja para tallar
  4. Toalla



Baño de sol:

  1. Manta para recostarlo
  2. Reloj (para no pasarte del tiempo)


Para amamantar

  1. Agua para ti
  2. Cojines
  3. Nada, nada de celulares! Es importantísimo conectar con tu bebé en estos momentos irrepetibles. Míralo a los ojos, háblale cántale. Es el momento de establecer un vínculo.


Algo que a muchas madres nos ha funcionado ha sido tener una mecedora con cojines en los brazos, para amamantar. Para mí, fue una salvación.


En resumen, dos consejos básicos para el ambiente:

  1. procurar que esté rodeado de materiales naturales
  2. no sobresaturar sus sentidos con excesos


Ayuda


Mamá necesitará ayuda con la casa, con la comida, con la limpieza de la casa, con la lavada de la ropa…

Puede ser que papá, alguna abuela o ayuda extra puedan encargarse de algunas labores domésticas, incluso ver al bebé, ayudando en temas como cargarlo, bañarlo, ponerlo al sol, etc., para que mamá tenga algo de tiempo para ella.

Tengas ayuda externa o no, la comida y el cuidado de la casa deben ser simplificados al máximo para no generar más estrés y trabajo para la familia.


Antiguamente vivíamos en comunidad y todo esto era obvio. Hoy en día, vivimos separados, somos más individualistas, y eso está bien. Pero dentro de lo posible, hay que hacer lo que sea necesario para aliviar la carga y que mamá se dedique lo más posible a conservar su energía para el bebé.


Antes de agobiar a los nuevos padres con ayuda y visitas, habrá que preguntarles si la requieren y qué tipo de ayuda sería. Recordemos que este es un momento de reencuentro para la pareja, ahora en su papel como padres, y ocasionalmente la familia extendida o las visitas pueden ser más un obstáculo que una ayuda. Hay que ser muy prudentes y darle a los nuevos padres todo el espacio y el apoyo que ellos mismos soliciten.

Todo lo que proponemos aquí es solo una forma de hacer las cosas, una idea para que ustedes encuentren su propia manera, porque cada ser humano es diferente y lo celebramos.