Solo por este corto periodo, las madres tenemos el privilegio de proporcionar a nuestro bebé un alimento supremo, que en ninguna otra parte se puede conseguir: la leche materna.
En ningún otro momento de la vida se ve al ser humano comer más feliz que en la temprana infancia. Cuando el bebé come, se nota una gran actividad; a veces, hasta el dedo gordo del pie se mueve al ritmo de la succión. Además, durante esta etapa es cuando el metabolismo está actuando a su máxima capacidad, lo cual se observa en los hechos: un bebé saludable generalmente habrá duplicado su peso al nacer en 5 meses y lo triplica a los 12 meses. Sin embargo, no es sino hasta los 24 meses que lo llega a cuadruplicar.
Nada mejor en la tierra que la leche materna para tu bebé. Hay tantas y tantas ventajas en el proceso de amamantar a tu bebé… El alimento más fino y de la más alta calidad que puede existir en el mundo es la leche materna. No solo tiene un balance perfecto de nutrientes, sino que contiene el tipo exacto de carbohidratos que mejor alimentarán el cerebro de tu bebé. Se transmite más que nutrición física al amamantar. La cavidad bucal de tu bebé tomará una forma definitiva al amoldarse a tu pecho, y se genera un vínculo entre madre e hijo que pocas circunstancias lo pueden ofrecer.
Ésta es en verdad insustituible, por más que parezca poca su producción. Si, no es fácil producirla, para algunas madres nos es difícil. Esa es justamente la razón de todos los cuidados para la madre que he estado mencionando en este escrito.
La leche materna contiene el tipo exacto de carbohidratos para desarrollar el cerebro humano, las proteínas y grasas para apoyar el desarrollo de todos sus sistemas: nervioso, músculo-esquelético, circulatorio, etc. Provee anticuerpos contra infecciones y alergias, presentes y futuras. Proporciona hidratación, prepara e inocula la microbiota intestinal, además de generar neurotransmisores que relajan y apoyan al sistema nervioso parasimpático. ¡Qué regalo del cielo!
La lactancia materna es el fundamento de la salud
y el desarrollo presente y futuro del bebé.
Al amamantar, no solo estamos beneficiando a nuestro bebé, sino a nosotras mismas también. El cuerpo de la madre produce oxitocina, la hormona que relaja, que genera lazos emocionales, que reduce las cantidades altas de cortisol en nuestro cuerpo. Nos protege de diversos tipos de cáncer y nos regala un momento para hacer un alto y refrendar nuestro compromiso con esta nueva vida que estará temporalmente en nuestro encargo.
Por supuesto que no siempre es posible amamantar, ni tampoco es aconsejable amamantar por mucho tiempo. Para aquellos bebés afortunados que tienen a su mamá cerca, el amamantarlos puede durar entre 6 y 12 meses. Para aquellas mamás que deben salir a trabajar, existe la posibilidad de extraer la leche o bien seguir las instrucciones de su pediatra para encontrar una fórmula para su uso, siempre en combinación con su propia leche. De cualquier manera, un libro maravilloso que toda madre debe leer es “El Arte Femenino de Amamantar”, editado por La Liga de La Leche; no te lo pierdas, pues contiene una gran cantidad de tips y de información importante.
Alimentación y cuidado de la madre
Dado que mamá es el punto central de nutrición y seguridad del bebé, protegerla es clave. La protegeremos del cansancio físico, la desnutrición y la deshidratación. Hay que alimentarnos bien y tener pensamientos positivos!
Consume una dieta rica en carbohidratos complejos, toma mucha agua y descansa, para que puedas generar leche.
En resumen, en este tiempo, es importante:
Idea para estimular la producción de leche:
Recomendación:
Ver entrevista con la Dra. Martha Zapién sobre Nutrición en la Lactancia, en FB Parenting con Nora, 11 de julio de 2023
Cólicos
Este es un tema importantísimo. Todos los bebés lloran. Esto no debe incomodarte. Y tampoco es de esperar que la madre tenga que saber la razón por la que lloran. El bebé tiene una tarea gigantesca frente a si: todo su cuerpo tiene que adaptarse al ambiente físico y sobre todo la digestión. Los ajustes digestivos son una de las principales razones por las que un bebé sano llorará. Nos preocuparía más que un bebé no llorara! Para ver las posibles razones y algunas ideas para atenderlos, te recomiendo este artículo.