EL ÁNGEL BLANCO

Tercer domingo


El tercer domingo, un ángel completamente blanco y luminoso desciende hacia la Tierra. Tiene en su mano derecha un rayo de sol que posee un poder maravilloso.

Va hacia todos los humanos en cuyos corazones el ángel rojo ha encontrado amor verdadero y les toca con su rayo de luz. Entonces esta luz penetra en los corazones de esos humanos y los ilumina y calienta desde su interior.

Es como si el mismísimo sol alumbrara a través de sus ojos y descendiera por sus manos, sus pies y todo su cuerpo. Aún los más pobres, los más humildes de entre los seres humanos, se transforman y comienzan a parecerse a los ángeles, si abrigan un poco de amor en sus corazones.

Pero no todo el mundo ve a este ángel blanco. Sólo lo ven los demás ángeles y aquellos hombres y mujeres cuyos ojos han sido iluminados por su luz. Esa luz es la que en Navidad también nos permite ver al niño que nace en el pesebre.