Y... ¿ahora qué hago con todo esto?


Si, entiendo... estábamos hablando de Simplificación y te he metido en semejante lío. No tiene que serlo!

Puedes elegir lo que a tu familia le cuadre este año, y puedes empezar poco a poco. Si lo único que puedes hacer es una cosa, te sugiero la corona de Adviento y el cuento. Te recomiendo hacerla por la noche, después de cenar: se visita la corona de Adviento y se dice el verso mientras se van encendiendo la o las velas. Leemos el cuento ahí mismo; se apaga la corona y nos vamos a dormir.


El único requisito es: haz todo con calma, con gran reverencia, con alegría reverente.

Son estos algunos de los ingredientes especiales de la magia.