Purim y la Sabiduría Kabalística.
La Kabalá ofrece una visión detallada de la estructura del ser humano, describiendo múltiples niveles de alma y luz. Esta estructura se puede desglosar en tres componentes principales: Nefesh, Ruach y Neshamá.
La fragmentación de la percepción y la conciencia entre estos niveles es lo que a menudo conduce a una desconexión con la luz divina. Esta desconexión se manifiesta en forma de confusión, sufrimiento y un sentimiento de separación de Dios.
"Cuando llegamos a un cuerpo físico... nos identificamos por completo con ese cuerpo físico y nos olvidamos de todo el resto del potencial de luz que tenemos." -Moisés Marcovich |
El objetivo de la práctica kabalística es reunificar estos niveles de alma, restaurando la integridad y la conexión con la luz divina. Este proceso implica meditación, estudio y acciones conscientes que alinean los pensamientos, emociones y comportamientos con los principios divinos.
"En la medida que vamos recuperando la luminosidad de nosotros mismos y la conectamos con la luminosidad de Dios, de la luz, entonces cada ser puede brillar como... millones de soles de galaxias." |
La Kabalá describe el proceso de reunificación y elevación del alma como un viaje hacia el "Dvekut", que significa apego o adhesión a Dios. Al trabajar conscientemente para purificar el Nefesh, refinar el Ruach y elevar el Neshamá, uno puede alcanzar un estado de Dvekut, donde la luz divina fluye libremente a través de todos los niveles del ser.