Purim y la Sabiduría Kabalística.


Estructura del Ser


La Kabalá ofrece una visión detallada de la estructura del ser humano, describiendo múltiples niveles de alma y luz. Esta estructura se puede desglosar en tres componentes principales: Nefesh, Ruach y Neshamá.


  1. Nefesh (Alma Inferior): El Nefesh es la parte más baja del alma y está estrechamente relacionada con las funciones biológicas y los instintos básicos del cuerpo. Es la fuerza vital que anima el cuerpo físico y lo mantiene en funcionamiento.
  2. Ruach (Espíritu): El Ruach es el nivel intermedio del alma, asociado con las emociones, los deseos y la moralidad. Es responsable de los sentimientos y las relaciones interpersonales. El Ruach actúa como un puente entre el Nefesh y el Neshamá, elevando los instintos básicos hacia un propósito más elevado y espiritual.
  3. Neshamá (Alma Superior): El Neshamá es el nivel más alto del alma y representa la conciencia divina y la sabiduría espiritual. Es la chispa divina que busca la verdad, el conocimiento y la unión con Dios. La Neshamá trasciende las limitaciones del cuerpo y el espíritu, conectando al individuo con el propósito divino y eterno.


La fragmentación de la percepción y la conciencia entre estos niveles es lo que a menudo conduce a una desconexión con la luz divina. Esta desconexión se manifiesta en forma de confusión, sufrimiento y un sentimiento de separación de Dios.




"Cuando llegamos a un cuerpo físico... nos identificamos por completo con ese cuerpo físico y nos olvidamos de todo el resto del potencial de luz que tenemos." ​​-Moisés Marcovich




El objetivo de la práctica kabalística es reunificar estos niveles de alma, restaurando la integridad y la conexión con la luz divina. Este proceso implica meditación, estudio y acciones conscientes que alinean los pensamientos, emociones y comportamientos con los principios divinos.



"En la medida que vamos recuperando la luminosidad de nosotros mismos y la conectamos con la luminosidad de Dios, de la luz, entonces cada ser puede brillar como... millones de soles de galaxias."​​



La Kabalá describe el proceso de reunificación y elevación del alma como un viaje hacia el "Dvekut", que significa apego o adhesión a Dios. Al trabajar conscientemente para purificar el Nefesh, refinar el Ruach y elevar el Neshamá, uno puede alcanzar un estado de Dvekut, donde la luz divina fluye libremente a través de todos los niveles del ser.