Cuentos y narraciones: un regalo para el alma


Cuando escuchamos cuentos, nos transportamos a un mundo mágico.

Es como si tuviéramos alas, y todos juntos llegáramos a ese mundo que nos describe el cuento.


¿Qué sucede cuando escuchamos cuentos?

En primer lugar, según la edad, nuestra imaginación se enciende.

Las palabras son como pinceladas que van creando una imagen mental.

Esto es muy importante; al escuchar un cuento, el lenguaje mismo va guiando la imaginación pictórica, y podemos crear no solo un cuadro, sino incluso escenas con movimiento.


Adquisición de vocabulario

Para los niños pequeños, las narraciones son una rica fuente de nuevo lenguaje, una manera natural de adquirir un vocabulario cada vez más sofisticado.


En un mundo donde por el uso de las pantallas la comunicación se ha reducido a emoticonos, stickers y gifs, el uso y la aplicación de toda la gama y variedad de vocabulario de la lengua se ha visto notablemente disminuido. Y cuando el vocabulario se limita, el poder del pensamiento se restringe en consecuencia.


Creación de imágenes mentales

Otro tema es el papel trascendental de la capacidad para crear imágenes mentales. Me refiero a la capacidad de visualizar algo que no vemos con los ojos físicos, sino que podemos concebir en nuestra mente. Tal es la capacidad de creación de los seres humanos, y es lo que nos conduce a la creatividad.


Para las infancias, ejercitar la mente en la creación de imágenes es crucial. En el primer septenio esta habilidad aún está latente. Ya en el segundo septenio, si han tenido suficiente entrenamiento mediante los cuentos y narraciones, podrán crear sus propias imágenes mentales. Esto les permitirá más adelante desarrollar el pensamiento lógico, el pensamiento abstracto, desatar el pensamiento artístico, para lograr así la comprensión espacial y matemática. Su capacidad de formar una imagen mental es directamente proporcional al mundo que conocen. De ahí que sea posible hablar de brujas y dragones sin que hayan visto uno alguna vez. Muy diferente es la experiencia del niño o la niña que ya ha visto una imagen de una bruja en caricatura, pues de ahí en adelante, todas las brujas serán iguales en su imaginación. De ello dependerá no solo su capacidad para imaginar cosas, sino que de ahí se deriva la capacidad para resolver problemas, para “pensar fuera de la caja”.


Inspiración para el juego creativo

Los niños llevan consigo imágenes tanto de las experiencias vividas como de las narraciones que han escuchado. Esto, inevitablemente, lo expresarán mediante su juego. Durante el juego creativo se procesan y se digieren las experiencias y se pueden llevar a algo concreto, externo, todo lo que traen en su interior. Nuevamente, esto refuerza sus capacidades cognitivas, sociales y creativas, cerrando un círculo virtuoso de sano desarrollo.


Desarrollo de la inteligencia

Una vez le preguntaron a Einstein: “Qué podemos hacer para criar niños más inteligentes?” A lo que Einstein respondió: “Cuéntales cuento de hadas!” La madre que hizo la pregunta estaba visiblemente confundida, y volvió a preguntar, “Pero si queremos niños más inteligentes?” Y Einstein le dijo: “Cuéntales más cuentos de hadas.”


No podemos dejar de enfatizar la importancia que tienen las narraciones en el desarrollo de las infancias en el primer septenio. Así como el movimiento pone las bases para el lenguaje, sabemos que el lenguaje antecede y da estructura al pensamiento. El lenguaje es la plataforma para el pensar, y una historia nos ayuda tanto a pensar de manera lógica, secuencial, como a ejercitar la memoria y la concentración. En términos de neurociencia, lo que no se usa se desecha. Esto quiere decir que aquellos senderos neuronales que no se transiten, serán recortados en determinado tiempo. Y al contrario: aquellos que ejercitemos se verán fortalecidos, y funcionarán cada vez mejor.


Desarrollo de habilidades sociales

El participar en un cuento con otros implica una serie de habilidades sociales, tales como aprender a esperar, a guardar silencio, a escuchar con atención, a esperar tu turno, e incluso el control de impulsos. Cuando contamos o escuchamos cuentos e historias junto con otros, también se crea un sentido de unión y de comunidad con nuestro grupo.


Apoyo para establecer ritmos saludables en casa

Cientos de madres y padres han comprobado que establecer la hora del cuento en su ritmo diario ha sido un parteaguas para generar todo un ritual para la mañana, la tarde o la noche, teniendo como eje central la hora del cuento.


Salud emocional

Es bien sabido que cuando escuchamos o leemos una historia, nos conectamos con los personajes. Según la historia, esto puede ser terapéutico, pues cuando la heroína o el héroe de la historia cumple con su difícil misión, la recompensa es grande. El cuento nos ofrece ejemplos de valores, nos transmite enseñanzas sobre la vida y el mundo, y esto trae mayor seguridad y confianza para el niño o la niña.


Fortaleciendo conexión

Y lo más importante de todo: cuando contamos un cuento o una historia, se genera un vínculo entre el narrador y los escuchas. Esto ocurre a todas edades, sin importar las diferencias entre ellos. Y sobre todo, cuando cuentas cuentos a los niños, abres una ventana de intimidad y calma donde el tiempo se detiene, nos podemos encontrar de corazón a corazón, y la comunicación fluye con gran facilidad, pues se genera un espacio de confianza, de intimidad y cercanía. Este es uno de los grandes regalos de los cuentos.


Al contar cuentos estás forjando conexión y seguridad.

Con los cuentos abres las puertas hacia otras tierras,

hacia lo mágico, hacia el pasado, hacia el futuro;

enfatizas la importancia del ahora al introducir lo infinito.

----- Kim John Payne


En resumen:


  1. El poder de las historias es pedagógico, nos transmite enseñanzas sobre el mundo
  2. También es altamente terapéutico; apoya al equilibrio emocional
  3. Formación del carácter: nos ejemplifica verdades sin tener que mencionarlas
  4. Fomenta la adquisición del lenguaje
  5. Apoya a la formación de imágenes
  6. Por ende, al desarrollo de la inteligencia y la flexibilidad de pensamiento
  7. Es un punto focal de nuestro ritmo diario en la familia
  8. Al contar cuentos estás forjando conexión personal y sobre todo, un lugar seguro donde hablar de corazón a corazón.


Por todo lo dicho arriba, podemos darnos cuenta del enorme valor que tiene el establecer el hábito de contar cuentos.



Las infancias están a merced de la manera en que hablamos


A los niños y niñas no les es posible filtrar y seleccionar lo que escuchan. Ellos adoptarán no solo nuestra lengua, sino también nuestro tono, nuestros gestos, nuestro estado interior.


Después de todo, la Palabra es el origen, la fuente de la creación.

Cuidemos nuestras palabras y procuremos enriquecer nuestro propio lenguaje día a día.