En el jardín de las relaciones genuinas, la confianza es como el suelo fértil, esencial para el crecimiento y florecimiento de todo lo que se siembra. Un líder, como jardinero experto, sabe que sin un terreno rico en confianza, las semillas de la innovación, la colaboración y el crecimiento no pueden germinar. Se construye a través de acciones coherentes y éticas y se mantiene con transparencia y honestidad que, de acuerdo con la investigación y modelo de Patrick Lencioni, la confianza profunda se manifiesta en la capacidad de vulnerarse como líder ante su equipo. (Las cinco disfunciones de un equipo, Ed. Empresa Activa, 2023). En un ambiente de confianza, las personas se sienten seguras para tomar riesgos, compartir ideas y ser auténticas. La confianza fortalece la resiliencia del equipo y permite enfrentar y superar desafíos juntos, para asegurar la sobrevivencia y el crecimiento sostenible de la organización.
Y como todo jardín, el de las relaciones genuinas debe mantenerse libre de la cizaña que muchas veces crece sin darnos cuenta. La orientación excesiva a uno mismo, el ego, es esa cizaña capaz de cubrir por completo las plantas y los frutos propios de la confianza, y sofocarlos.