En este jardín, el líder se ve a sí mismo como una planta más, creciendo y aprendiendo junto a su equipo. Este enfoque humilde y colaborativo rompe las barreras jerárquicas tradicionales y fomenta un sentido de igualdad y respeto mutuo. El líder se posiciona no por encima o separado, sino como parte integral del ecosistema del equipo. Actúa más como guía que como jefe, acompañando, apoyando y sirviendo a su equipo más que controlando y dando órdenes. Este enfoque del líder servicial es una transformación radical del acostumbrado concepto del líder directivo y jerárquico que conlleva dos implicaciones fundamentales: el profundo trabajo de transformación personal de cada líder y el rediseño de programas tradicionales de formación de líderes en las organizaciones, que debe transitar de la capacitación o entrenamiento enfocados en el aprendizaje, a procesos integrales de transformación personal.