¿Cómo es la transición a partir de la adquisición del lenguaje hacia el despertar del pensamiento?
“El niño logra un progreso sorprendente en la segunda mitad de la segunda época del desarrollo del lenguaje (durante el tercer año de vida). Cuando comienza a preguntar por los nombres de las cosas y de los seres, adquiere las nuevas palabras lo más rápido posible, con sólo repetirlas unas cuantas veces. Cuando todo esto sucede, a quienes lo rodean les parece como si el niño estuviera mostrando verdaderos actos de pensamiento”. — Rudolf Steiner
Lev Vygotsky describe que la conexión entre palabra y pensamiento es un proceso, un movimiento continuo de ida y vuelta, de pensamiento a palabra y de palabra a pensamiento.
“Todo tenía un nombre y cada nombre daba lugar a un nuevo pensamiento”.
Esta es una frase de Helen Keller, quien, siendo una niña sorda, muda y ciega, aprendió los nombres de las cosas a través de experiencias táctiles y el “lenguaje de los dedos”.
El gran paso en el desarrollo del pensamiento puede verse en la autoconciencia del niño y su relación con el mundo.
Se puede decir que el primer pensamiento que ocurre como tal es el poder decir “Yo”. Este es un momento sagrado, pues marca la llegada de los primeros vislumbres de la auto-conciencia. Antes de este momento no tenemos verdaderos recuerdos.
Los niños y niñas de 2 y 3 años son, obviamente, muy diferentes a los bebés. Su desarrollo ha sido enorme. Principalmente, en ellos ya se percibe una individualidad, el poder propio de un ser humano único, diferente. Esta sensación de individualidad los hace querer separarse del mundo y para ello necesitan establecer muy bien sus límites: entre los 2 y 3 años su pasatiempo favorito es decir “No, no, no!” a todo.
PRO TIP: Cuando llegan los “Terribles Dos”, no temas que tu niña o tu niño se ha vuelto rebelde. Está descubriendo su propia individualidad, no tomes nada personal. Solo respira y maravíllate del proceso.
A esta edad los pequeños ya usan su propio nombre, defienden sus juguetes y se resisten a seguir algunas instrucciones de sus padres. Mientras que este comportamiento confunde y preocupa a mucha gente, pensando que se están convirtiendo en seres egoístas, en realidad también debería darnos mucho gusto ver como el Yo está despertando. Es una etapa de varios meses, en la que muchos padres quedan entrampados: ¿cómo tratar a los niños a esta edad? ¿Cedo a sus deseos o impongo mis decisiones?
El tema de la disciplina ya cobra mayor relevancia a partir de este momento. Es entonces cuando los principios de orientación y disciplina se empiezan a aplicar de manera más clara.
Las ideas anteriores sobre el desarrollo del andar, el hablar y el pensamiento deben dejar claro que no se requiere de un apoyo intelectual para el niño, de parte del adulto. Más bien, es un tiempo durante el cual se trata de procurar un acompañamiento, una base de protección y nutrición, la plataforma para que tenga lugar el desarrollo de forma espontánea y orgánica.
El desarrollo es movimiento, actividad, crecimiento. Se trata de movimiento en el espacio y en el tiempo, pero incluye también el descanso, el cual viene equilibrar al movimiento y ayuda a procesar las experiencias adquiridas.