Epílogo


La ventana de los primeros tres años parece larga mientras la estamos viviendo, pero cuando vuelves a ver atrás, te das cuenta de que es un tiempo muy corto para realizar todo lo que un bebé humano tiene que superar. Disfruta y no dejes de maravillarte, pues ante tus ojos se está desplegando un milagro: tu bebé está construyendo su hogar y adaptando sus herramientas para vivir en la tierra. Gracias por brindarle la mejor plataforma de despegue.