Esta búsqueda de conocimiento y entendimiento me preparó para el encuentro con mi destino. Comencé a ver cómo mis habilidades y experiencias de la infancia, que en aquel momento parecían dispersas y sin conexión, eran en realidad piezas de un rompecabezas mucho más grande. Estas experiencias formaban parte de un camino que me estaba llevando hacia mi propósito verdadero: ayudar a otros en su propio proceso de transformación y sanación.
Mi infancia y adolescencia, marcadas por la curiosidad insaciable y la búsqueda de significado, fueron solo el comienzo de un viaje que me llevaría a lugares que nunca imaginé, un viaje que continúa hasta el día de hoy, guiada por la convicción de que, dentro de cada uno de nosotros, reside un poder sin límites esperando ser hallado.