Capítulo 9 — Credibilidad técnica



Introducción conceptual


La autora dedica este capítulo a uno de los ejes más delicados y determinantes del valor de marca RR. HH.: la credibilidad técnica. Sin credibilidad, no hay prestigio; sin prestigio, no hay influencia. La técnica es el cimiento que legitima cada recomendación, cada política y cada intervención del área. La credibilidad no se hereda: se construye con evidencia, profesionalismo y coherencia. Y, a la vez, puede perderse con sorprendente rapidez cuando se percibe improvisación, desconocimiento o falta de rigor. Este capítulo explica cómo directivos, especialistas y jóvenes profesionales deben cultivar una base sólida de conocimientos y conductas para sostener la reputación del área.


Desarrollo e interpretación


Profesionalismo como base del valor de marca


La autora resalta que el profesionalismo es una condición indispensable para que RR. HH. sea percibida como confiable. Un área técnicamente sólida es aquella que:

  1. Conoce profundamente su disciplina.
  2. Aplica metodologías consistentes.
  3. Domina legislación y políticas internas.
  4. Actúa con prudencia, claridad y fundamento.
  5. Modera sus juicios con datos y evidencia.
  6. Resuelve dudas de manera precisa y oportuna.

Cuando RR. HH. opera con este nivel de profesionalismo, su marca se fortalece, porque los clientes internos confían en la calidad del asesoramiento recibido. Por el contrario, un error técnico puede deteriorar de inmediato la reputación y generar resistencia futura a sus iniciativas.

Competencias de directivos y jóvenes profesionales


La credibilidad no depende únicamente de los líderes del área: es una construcción colectiva. Directivos Los directivos deben demostrar:

  1. Visión estratégica.
  2. Capacidad analítica.
  3. Dominio absoluto de procesos clave.
  4. Madurez para asesorar a la alta dirección.
  5. Equilibrio entre sensibilidad humana y rigor técnico.
  6. Responsabilidad ética ante decisiones complejas.

Jóvenes profesionales Para quienes recién ingresan al área, la credibilidad se construye con:

  1. Aprendizaje constante.
  2. Búsqueda activa de feedback.
  3. Humildad profesional.
  4. Precisión en tareas operativas.
  5. Puntualidad y confiabilidad.
  6. Observación de mejores prácticas y referentes.

La autora señala que tanto líderes como principiantes deben comprender que su actuación diaria es observada permanentemente y que cada interacción suma o resta valor de marca.

Comportamientos deseables y no deseables


La reputación técnica depende tanto de competencias como de conductas visibles.

Comportamientos deseables

  1. Ser claros y respetuosos en la comunicación.
  2. Escuchar antes de opinar.
  3. Consultar fuentes y normas antes de responder.
  4. Documentar decisiones y procesos.
  5. Anticipar riesgos y preparar alternativas.
  6. Mantener confidencialidad absoluta.

Comportamientos no deseables Identificados explícitamente por la autora como peligrosos para la marca:

  1. Emitir opiniones sin fundamento técnico.
  2. Tomar decisiones por impulso.
  3. Ser inconsistentes en criterios o reglas.
  4. Mostrar favoritismos o sesgos visibles.
  5. Ser imprecisos o vagos en la información.
  6. Responder con desdén o falta de escucha.

Cuando estas conductas negativas aparecen, la marca RR. HH. se resquebraja: pierde respeto, confianza y autoridad técnica.

Cómo la credibilidad se gana o se pierde


La credibilidad se gana con acciones sostenidas en el tiempo y se pierde con un solo error significativo.Se gana con:

  1. Procesos técnicamente impecables.
  2. Respuestas fundamentadas.
  3. Evidencia documental.
  4. Transparencia en decisiones difíciles.
  5. Coherencia entre discurso y práctica.

Se pierde con:

  1. Falta de preparación.
  2. Desprolijidad administrativa.
  3. Contradicciones internas.
  4. Información errónea o incompleta.
  5. No asumir responsabilidad cuando algo sale mal.

La autora insiste: la credibilidad técnica es una moneda frágil. Cuidarla es una tarea diaria de cada miembro del área.


Aplicación práctica


La credibilidad técnica es la base sobre la cual se construyen la influencia, la confianza y el prestigio de la marca RR. HH. Gestionarla implica desarrollar habilidades, comportamientos y procesos que refuercen la percepción de profesionalismo.

Qué hacer (microacciones)


  1. Definir un estándar técnico mínimo para cada rol del área.
  2. Crear un plan anual de capacitación técnica (ley laboral, compensaciones, entrevistas, clima).
  3. Implementar checklists para decisiones críticas.
  4. Documentar cada proceso con manuales versionados.
  5. Revisar casos pasados y analizar errores para mejorar.
  6. Establecer una política interna de “no respuesta sin fundamento”.
  7. Usar datos en todas las presentaciones clave.
  8. Crear simulaciones internas para entrenar escenarios complejos.
Herramienta / hook

“La Bitácora de Credibilidad Técnica” Un registro mensual donde el equipo documenta:

  1. Decisiones técnicas clave del período.
  2. Fuentes consultadas y evidencia utilizada.
  3. Errores o riesgos detectados.
  4. Aprendizajes y mejoras aplicadas.

La bitácora ayuda a reforzar hábitos de precisión, responsabilidad y revisión continua.

Resultado esperado


Un equipo más sólido técnicamente, capaz de tomar decisiones rigurosas y de sostener con firmeza la reputación del área frente a situaciones complejas.

Beneficio


Mayor respeto por parte de líderes y colaboradores, reducción de errores operativos, confianza reforzada en RR. HH. y una marca percibida como competente, profesional y segura.

Reflexión final


La credibilidad técnica no es un atributo secundario: es el corazón de la marca RR. HH. Cuando el área demuestra profesionalismo, precisión y solidez, se convierte en una referencia confiable para toda la organización. Este capítulo nos recuerda que la reputación se construye con rigor y se protege con conducta.