Cómo hacer que te pasen cosas buenas es, ante todo, un viaje hacia dentro. Marian Rojas Estapé une neurociencia, psicología y experiencia humana para mostrar que la vida no cambia por azar, sino por la forma en que interpretamos, regulamos y orientamos nuestra mente. El libro revela una verdad profunda: cada emoción, cada hábito, cada relación y cada pensamiento configura el modo en que vivimos. Comprender estos mecanismos no es un ejercicio intelectual, sino un acto de cuidado personal que transforma la experiencia diaria.
La autora insiste en que el bienestar no se alcanza de una vez; se cultiva a lo largo del tiempo. Es un proceso de autoconocimiento, revisión, sanación y práctica constante. Transformarse implica reconocer heridas, regular el estrés, elegir relaciones nutritivas, construir hábitos sanos y conectar con un propósito profundo. La transformación interior no tiene un final definitivo: es un camino que acompaña toda la vida. Cada día ofrece una oportunidad para ajustar el rumbo y reconstruir la mirada.
El libro invita a recuperar la capacidad de estar presentes. En un mundo saturado de estímulos, la serenidad se convierte en una forma de sabiduría práctica: protege la salud mental, ordena los pensamientos y fortalece la resiliencia. Vivir con enfoque implica dirigir la atención hacia lo que importa, y retirarla de lo que nos fragmenta. La presencia permite sentir sin ser arrastrados, decidir sin impulsividad y actuar sin prisa. En esa calma activa, la vida adquiere claridad y profundidad.
El mensaje final de Marian Rojas Estapé es directo y luminoso: cuando entiendes tu mente, entiendes tu vida. Conocer los mecanismos del estrés, la atención, las emociones, el apego y el propósito es aprender a vivir con mayor lucidez. La mente puede ser un lugar de tormenta o un espacio de calma; puede sabotearnos o impulsarnos. Las “cosas buenas” comienzan a suceder cuando el mundo interior se ordena, cuando el pasado deja de gobernar el presente, cuando recuperamos la capacidad de elegir y cuando construimos, día a día, un estado mental capaz de recibir bienestar. Comprender la mente no solo nos da respuestas: nos da libertad. Y es en esa libertad donde la vida puede florecer.