Capítulo 3 — Hacia un nuevo saber organizacional




Introducción conceptual


El pensamiento organizacional tradicional se ha construido sobre una premisa incompleta: que el desempeño laboral depende casi exclusivamente de lo técnico, lo racional y lo procedimental. Sin embargo, como plantea Véliz, esta visión reduce la complejidad humana y excluye dimensiones fundamentales que influyen de manera directa en la calidad del trabajo: las emociones, la ética, la creatividad, la espiritualidad y el sentido. Este capítulo invita a cuestionar ese paradigma fragmentado y a construir un nuevo saber organizacional que considere a la persona en su totalidad, reconociendo que una empresa verdaderamente resiliente surge cuando integra tanto la eficiencia como la profundidad humana.

Desarrollo e interpretación


Ruptura de paradigmas tradicionales


El autor explica que las organizaciones han heredado modelos de gestión centrados en el control, la disciplina y la especialización técnica. Estos modelos, si bien útiles para ciertos contextos industriales, resultan insuficientes en un mundo donde la incertidumbre exige flexibilidad emocional, pensamiento crítico, colaboración y creatividad. La ruptura del paradigma consiste en reconocer que aprender a manejar emociones, construir confianza y actuar éticamente no es un lujo —es una necesidad estratégica. Las empresas que niegan esta realidad se vuelven rígidas; las que la asumen, evolucionan.

Aprendizaje integral y ontología aplicada


Véliz sostiene que el aprendizaje organizacional debe ir más allá de técnicas, procesos o competencias funcionales. El aprendizaje integral incorpora:

  1. la dimensión emocional (cómo sentimos y gestionamos el trabajo),
  2. la dimensión ética (cómo actuamos frente a dilemas cotidianos),
  3. la dimensión espiritual (qué sentido le damos a lo que hacemos),
  4. y la dimensión relacional (cómo construimos vínculos nutritivos). El capítulo se nutre de la ontología del lenguaje, afirmando que las conversaciones crean realidades y que las organizaciones deben aprender a conversar mejor para transformarse mejor. Una empresa que aprende solo en lo técnico es eficiente; una empresa que aprende integralmente es trascendente.
Crear culturas apreciativas y conversacionales

El libro propone sustituir culturas basadas en el juicio, el miedo y el silencio por culturas apreciativas: espacios donde se reconoce lo valioso, se dialoga abiertamente y se promueve el crecimiento mutuo. Estas culturas se construyen a través de conversaciones nutritivas, escucha activa y liderazgo apreciativo. Las conversaciones no solo transmiten información: moldean identidad, motivación y sentido. Donde hay conversaciones de calidad, hay relaciones sólidas; donde hay relaciones sólidas, hay resiliencia.


Aplicación práctica (Playbook)


Un cambio cultural que integra la totalidad humana en la vida laboral y transforma la forma en que la organización aprende, conversa y toma decisiones.

Qué hacer (microacciones)

  1. Instalar círculos de conversación: espacios breves donde los equipos compartan inquietudes, logros y aprendizajes.
  2. Desarrollar habilidades ontológicas: entrenamiento en escucha activa, declaraciones, pedidos y ofertas.
  3. Promover la indagación apreciativa: preguntar por fortalezas, no solo por problemas.
  4. Crear pactos éticos de convivencia: acuerdos explícitos sobre el trato, el respeto y la responsabilidad emocional.
  5. Incorporar momentos de sentido: reflexiones breves en reuniones o rituales que conecten el trabajo con valores humanos.

Herramienta / hook

“La triada del aprendizaje integral”

  1. Sé consciente: identificar emociones y creencias.
  2. Sé conversacional: transformar las relaciones mediante lenguaje y escucha.
  3. Sé ético: decidir desde principios, no desde impulsos.

Resultado esperado

Un entorno donde los equipos aprenden de manera más profunda, colaboran con autenticidad y pueden adaptarse a la incertidumbre con mayor cohesión interna.

Beneficio

Mayor innovación, relaciones más saludables, liderazgo más humano y una cultura organizacional capaz de regenerarse frente a la adversidad.


Reflexión final


El nuevo saber organizacional descrito por Véliz es una invitación a mirar la empresa con otros ojos: no como un mecanismo, sino como un organismo vivo. Integrar emociones, ética, creatividad y espiritualidad no debilita la estructura; la fortalece. Cuando una organización aprende desde la totalidad humana, desarrolla una capacidad única: convertir cualquier desafío —por complejo que sea— en una oportunidad de transformación profunda.